¡Un regalo inésperado!
Tengo que contarles una noticia espectacular. Hoy recibí un regalo inésperado, eran las seis de la tarde y tocaron el timbre. La empleada me dice: -Señora, hay un señor que ha dejado esta cajita para usted! - la veo y no lo puedo creer, pienso en segundos. -¡Un joyero de cartier!- La reviso por todos lados por fuera y no hay tarjeta. -¿ya se fue el señor?-Le pregunto a Maritza, mi empleada. -Sí señora, sólo me dejo la cajita. -¿La cajita? Inmediatamente, me llevo el hermoso joyero de madera de sicomoro y cedro. Hasta me da miedo abrirla. Pero no resisto más y ¡zas!... Una pantera engastada en brillantes y ónix, con un brillo tal que iluminó mi rostro sorprendido de tal hallazgo, los ojos eran dos cristalinas esmeraldas que me hicieron suspirar, la levanté con cuidado del hermoso forro de terciopelo blanco y se moldeó a mi palma de la mano. Su cuerpo articulado en acecho contorneó mi muñeca y hasta se torno caliente, parecía cobrar vida cuando de pronto... ¡ya es suficiente!, no puedo seguir más con el cuento ya casi me lo creo. LOL ¿Se imaginan?
Las joyas llegan a ser un arte costosísimo pero que siempre encanta. Destinado a una élite muy pequeña pero que a la vez sirve para hacer soñar al resto de las comunes de las mortales como nosotras que tenemos que conformarnos con las imitaciones. En verdad yo soy fanática de las joyas reales y de admirar la belleza de las piedras preciosas.
El hermoso brazalete en onyx y diamantes de Cartier, París 1952 perteneciente a la Duquesa de Windsor y fue subastado en 4,521,250 libras esterlinas. Y No me he equivocado, cuatro millones y ... el tigre en oro y brillante Cartier-Barbara Hutton. ENJOY!
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